(D)escribir los espacios: Lugares , umbrales y rutas en la obra de Peter Handke
(D)escribir
los espacios: Lugares , umbrales
y rutas en la obra de Peter Handke [1]
Vicente
Huici Urmeneta
La obra del escritor austríaco
Peter Handke[2] manifiesta una particular atención a las
descripciones espaciales sin que las dimensiones de los espacios resulten
especialmente significativas.
Ríos , montañas y grandes
descampados son los antagonistas de Sorger en Lento Regreso ( 1979 ),
mientras que en El chino del dolor ( 1983 ) pueden ser los
umbrales mínimos entre las habitaciones de la casa del profesor Andreas Loser
quienes adquieran protagonismo, o , en el Ensayo
sobre el jukebox ( 1990 ) , las
viejas calles de Soria.
Esta atención hacia las descripciones espaciales --
compartida con la correspondiente hacia las descripciones temporales[3] -- ha
suscitado un gran interés entre algunos
críticos y artistas plásticos que han visto en la obra literaria de Handke un registro paralelo al
registro pictórico de un Cézanne o
de un Hopper[4].
En el ámbito filológico, Michele
Cometa[5] ha señalado la coincidencia lexical entre
algunos textos de Heidegger y algunos escritos de Handke, apuntando
también cierta proximidad respecto de la concepción de la espacialidad.
Sobre esta cuestión, el propio
Handke se hace eco de la lectura de Heidegger en varias anotaciones de su dietario Historia
del lápiz ( 1982 )[6]. Cabe , pues, preguntarse si las concepciones espaciales
desarrolladas por el filósofo alemán
han estimulado la atención que la
escritura handkiana presta a las descripciones espaciales.
Para ello , en primer lugar, se
llevará a cabo un repaso sumario de la cuestión de la espacialidad en Heidegger, para , a continuación,
aproximarnos más detenidamente a los tipos de descripción espacial que lleva a cabo
Handke.
1.-
Heidegger : los espacios frente al << espacio >>
La cuestión de la espacialidad ha
sido abordada por Heidegger en numerosos escritos en el contexto de su
reflexión postmetafísca.
Aparecía ya en Ser y Tiempo , en los capítulos del
análisis del mundo ( 1.1. III. C ) ,
y la orientación fenomenológica inducía a apartar cualquier consideración sobre
el espacio matemático o abstracto ,
resaltando la importancia de los sitios
. Así, si el sitio era considerado como " el determinado << aquí
>> o << allí >> en que es << pertinente >> un
útil " ( . . . ) " El espacio
es hecho astillas por los sitios . . .
El << mundo circundante
>> no se dispone en un espacio previamente dado, sino que su
específica mundanidad articula en su
significatividad el plexo de conformidad de una correspondiente totalidad de
sitios señalados por el << ver en torno >> " [7].
Es más, para Heidegger, la
formulación del espacio abstracto tenía como consecuencia la neutralización de
los
sitios y de la especifidad
experiencial de los mismos : " El
descubrimiento del espacio emancipándose del << ver en torno
>>, para no hacer mas que dirigir la vista, neutraliza los parajes del
mundo circundante, convirtiéndolos en las puras dimensiones. Los sitios y la
totalidad de sitios orientada por el << ver en torno >>, del útil
<< a la mano >>, descienden al nivel de una mera multiplicidad de
lugares para cualesquiera cosas "[8] .
El interés por destacar la
fenomenología espacial se mantuvo en los
textos del denominado << segundo Heidegger >> y buena prueba de
ello son las consideraciones que aparecen en
su ensayo " Construir , habitar, pensar " .
En dicho ensayo Heidegger afirma
que " lo espaciado es cada vez
otorgado, y de este modo ensamblado, es decir, coligado por medio de un
lugar", de lo que se manifiesta que " los espacios reciban su esencia
desde lugares y no desde << el >> espacio " [9].
Confirma, desde luego, Heidegger
que el espacio , entendido como extensión, puede ser sometido a un proceso de
abstracción. Pero este espacio abstracto , el espacio matemático que
habitualmente recibe el nombre de << el >> espacio, " no
contiene espacios ni plazas. . . en él
nunca encontraremos lugares " [10].
Así pues, queda claro que la
intención de Heidegger es mostrar los espacios frente al << espacio
>>, afirmando la posibilidad constitutiva abstracta de este último pero
advirtiendo de sus limitaciones. Como se pregunta en su ensayo " El arte y
el espacio" : " ¿ Puede valer el espacio forjado fisico-técnicamente,
cualquiera que sea en adelante su ulterior determinación, como el único
verdadero espacio ? Comparados con él todos los demás espacios disponibles --
el espacio artístico, el espacio del ir y venir cotidianos -- ¿ son sólo
prefiguraciones y variaciones condicionadas subjetivamente del único espacio
cósmico objetivo ? " [11].
2.-
Los espacios de Handke: lugares, umbrales y rutas.
¿ Se puede , pues , afirmar que
la labor narrativa desarrollada por Handke pretende, entre otros cosas, mostrar
los espacios frente al << espacio >> ?
Sin duda, la obra de Handke viene
a ser una llamada de atención[12] que estimula la contemplación de espacios ,
configurando un a modo de "
geografía poética " [13] más allá , o más acá, del espacio abstracto.
Entre tales espacios se pueden citar especificamente lugares , umbrales y rutas .
Singularmente destacan los lugares
descritos en sus obras ubicadas en
el continente americano y particularmente en Lento regreso ( 1979 ), que inicia la tetralogía que finaliza con Por los pueblos ( 1981 ) .
En dicha obra, Sorger, el
protagonista, es un geólogo que quiere escribir un tratado << Sobre los
espacios >> pero que se siente
incapaz de dar cuenta de sus experiencias espaciales en el Extremo Norte
americano, donde vive y trabaja,
porque " las fórmulas
lingüísticas de su propio idioma, por muy convencido que estuviera de ellas, se
le aparecían siempre como una alegre estafa"[14]. La maestría de Handke consigue,
sin embargo, transmitir la dicotomía entre las vivencias de los lugares
( los ríos, las montañas y los grandes descampados) que experimenta Sorger y su impotencia discursiva: " Hoy, de
repente, me ha abandonado una fuerza y he perdido mi sentido de las formas de
la tierra. En unos momentos mis espacios dejaron de ser nombrables, más aún,
dejaron de ser dignos de tener un nombre " [15].
La experiencia de los umbrales
es el eje de textos como El
chino del dolor ( 1983 ), en el que
el profesor Andreas Loser va sintiendo intensamente sucesivos pasajes por diferentes ámbitos de su vida cotidiana, como
el tropiezo con un desconocido o la partida de cartas con unos amigos, pero
aparece también reflejada en Lento
regreso o en su continuación -- La doctrina del Sainte-Victoire (1980) . De esta última obra es el
siguiente ejemplo : " A este bosque se entra por un camino ancho, recto,
como una auténtica puerta de entrada. La sensación de umbral es una paz y un
sosiego que, sin que nos lo propongamos, nos obliga a continuar " [16].
Además, en una de las interesantes y
habituales meditaciones acerca de sus
propias experiencias , Handke le comentaba al crítico Herbert Gamper la
siguiente anécdota: " Practiqué permanecer sentado, perseverar en el lugar
y sólo me moví en el lenguaje que no quería venir; para luego levantarme y entrar en el
otro mundo, por ejemplo, en este caso en una cocina a través de un umbral insignificante, donde
no me recibió el mundo de las letras, no el mundo del lenguaje, sino,
realmente, el mundo del olfato, el mundo material, el mundo auditivo. . .
" [17].
En cualquier caso, para Handke,
el umbral
está siempre muy relacionado con una actitud de
aminoramiento vital, de detención y de paciencia en lo que se está haciendo, lo
cual ha sugerido una interpretación existencial[18].
Ahora bien, si hay algo que
destaque de los escritos handkianos en
relación a los espacios es la minuciosa
descripción de las rutas por las que
deambulan sus personajes. Así ocurre, por ejemplo, en la mencionada La doctrina del Sainte-Victoire , en la que el protagonista, de vuelta ya en Europa, realiza una peregrinación civil a
la montaña de Sainte-Victoire para
observar detenidamente los lugares en los que pintó Paul Cézanne: "
Ansioso por conocer este paisaje hasta sus más mínimos detalles, ante todo buscaba atajos, y esto
hizo que nos perdiéramos más de una vez, que buscáramos por separado el camino
y que luego nos viéramos el uno al otro de pie como dos idiotas en dos colinas
distintas " [19].
Igualmente ocurre en el caso de
los largos paseos por los barrios periféricos de la ciudad que se describen en Historia de niños ( 1981 ) o
en La tarde de un escritor ( 1987 ). O, finalmente, en las lentas
caminatas por las calles de Soria que aparecen en el Ensayo
sobre el jukebox ( 1990 ).
3.-
(D)escribir los espacios
Sin pretender que estas líneas
sean más que un apunte acerca de los
espacios handkianos y su relación con las concepciones heideggerianas, se
pueden avanzar algunas conclusiones.
En primer lugar queda de
manifiesto que todos los lugares ,umbrales y rutas descritos por Handke -- que
, por cierto, pueden ser rurales o urbanos -- , son espacios dispersos y
heterogéneos, construidos fundamentalmente por el estar y el caminar de sus
personajes, es decir, que no son espacios que existan previamente y en los que
se sitúen posteriormente las acciones y
las pasiones.
Así mismo , y
consecuentemente, dichos lugares ,umbrales y rutas aparecen vinculados a las experiencias de unos
protagonistas que parecen estar continuamente desaprendiendo un espacio
abstracto que en algún momento hubieron
de aprender, constatándose , además, que,
en algunos casos, tal desaprendizaje puede ser vivido conflictivamente,
en una tensión constante entre lo fisico-técnico y lo experiencial.
Parece pues que Handke asume la
sugerencia heideggeriana de reivindicar los espacios de la experiencia frente
al << espacio >> único y abstracto y que , en este sentido, una
parte importante de su obra puede considerarse un desarrollo de tal
reivindicación.
Desarrollo, por otro lado, en el
que, en su manifestación artística, se confirma la relevancia del lenguaje en la configuración y mediación
de lo real, la relevancia, sobre todo, de un determinado tipo de lenguaje[20] que tiene por función , precisamente , la
descripción y mas especificamente , la
descripción de espacios.
(D)escribir los espacios se constituye así en una de las labores de Handke,
aún y cuando -- y por ello mismo -- se roze el límite del silencio : " Sorger había detenido
su vehículo y quería retener este acontecimiento espacial. Pero ya no había espacio: sin primero ni último
plano, en una perspectiva que acababa perdiéndose, había sólo un ámbito abierto que , con suavidad y a la vez con
fuerza, se levantaba ante él, un ámbito abierto que no estaba vacío sino que
era a la vez ígneo y consistente; y Sorger, con el ánimo agitado, sintiendo con
tanta más fuerza en la cabeza y en la espalda la gran negrura de la noche y a
sus lados y bajo sus pies la profunda tiniebla de la tierra, excluyendo
mentalmente del cuadro de un modo literalmente furioso los detalles
contradictorios, intentó impedir la desaparición de aquel fenómeno natural y
del olvido de sí mismo que tenía lugar en tal fenómeno. . . hasta que volvieron
a aparecer perspectivas y puntos de fuga y una penosa soledad. Pero
ciertamente, por unos momentos había sentido en sí la fuerza para lanzarse como
un todo, al luminoso horizonte y de disolverse allí para siempre en la
indistinción de cielo y tierra "[21].
[1] .Comunicación presentada en el III Congreso
Internacional de Ontología ( San Sebastián 1998 )
[2]. Peter Handke nació en Griffen ( Carintia ) en
1942, hijo de padre alemán y madre eslovena. Entre 1961 y 1965 realizó estudios
de Derecho en Graz y en 1966 publicó Los
avispones , un conjunto de relatos sobre su infancia. Dedicado después a la
creación teatral, se trasladó a Paris, recibiendo en 1973 el prestigioso premio
Georg Büchner. Tras la publicación de obras como Carta breve para un largo adiós ( 1972 ) o La
mujer zurda ( 1976 ) , en 1977 llevó a cabo un despacioso recorrido a
pie por
Austria. Posteriormente comenzó
la escritura de una tetralogía de formación
( iniciada con Lento regreso,
1979 ) que alternó con un interesante dietario ( Historia del lápiz, 1982 ) . Durante la mayor parte de los años
ochenta residió en Salzburgo para , a partir de 1991, recalar de nuevo en
Paris. A esta época pertenecen obras
como Poema a la duración ( 1986)
, La tarde de un escritor ( 1987) o
el Ensayo sobre el cansancio ( 1989 ) , esta última escrita durante un
viaje a Andalucía. En 1996 publicó un reportaje sobre su viaje a la Yugoslavia
en guerra que suscitó una gran polémica.
[3]. Sobre esta cuestión, vid. HUICI URMENETA, V.
" Peter Handke: una escritura de la duración
" , BiTARTE, núm. 14, Abril,
1998, pp. 121-126
[4]. Cfr. WITTENBERG, S. " La mirada que pinta.
Escritura y pintura en Peter Handke ", in La Balsa de la Medusa, num.
35, 1995, pp. 21-34.
[5]. COMETA, M. " Umbrales del abandono:
espacio, tiempo y paciencia en Heidegger y Peter Handke " , Debats,
núm. 55, Marzo, 1996 , pp. 54-65.
[6]. Vid. v. g. HANDKE, P. Historia del lápiz .
Materiales sobre el presente. Ed. Península, Barcelona, 1991, pp.102- 103 ,
donde se
transcriben varios párrafos del
ensayo de Heidegger titulado " Construir, habitar, pensar ".
[7]. HEIDEGGER, M. Ser y Tiempo [Sein und Zeit, 1927 ] ,
F. C. E. , Madrid, 1984, p. 117-9.
[8]. HEIDEGGER, M. idem supra.
, p. 128.
[9]. HEIDEGGER, M. " Construir , habitar, pensar
" [ " Bauen, Wohnen, Denken ", 1952 ] , in Conferencias y artículos , Ed. del Serbal, Barcelona, 1994, p. 136.
[10]. HEIDEGGER, M. idem supra ,
p. 137.
[11]. HEIDEGGER, M. " El arte y el espacio
" [ " Die Kunst und der
Raum" , 1969 ] , en traducción incluida
en BARAÑANO, K " El concepto
de espacio en la Filosofía y la plástica del siglo XX", in KOBIE , num. 1, 1983, p.145.
[12]. LARROSA, J. " Un mundo por fin legible y
deambulable. Peter Handke " , in La
experiencia de la lectura , Laertes,
Barcelona, 1996, p. 268.
[13]. PARDO, J. L. Sobre
los espacios: pintar, escribir, pensar
Ed. del Serbal, Barcelona, 1991, p.61.
[14]. HANDKE, P. Lento
regreso , Ed. Alianza, Madrid, 1985, p.18.
[15]. Idem supra
, p. 109.
[16]. HANDKE, P. La
doctrina del Sainte-Victoire , Ed. Alianza, Madrid, 1985, p. 101.
[17]. HANDKE, P. Pero
yo vivo solamente de los intersticios. Diálogo con Herbert Gamper , Ed.
Gedisa, Barcelona, 1990, p. 137.
[18]. En COMETA, M. op., cit, se propone una vinculación entre el tema de umbral
handkiano y los conceptos de contrada y longanimidad expuestos en HEIDEGGER, M. Serenidad [ Gelassenheit
, 1959 ] , Ed. del Serbal, Barcelona, 1989 .
[19]. HANDKE, La
Doctrina. . . , p. 88.
[20]. Sobre esta cuestión se puede consultar: HUICI
URMENETA, V. " Peter Handke: otros tiempos, otros espacios ",
conferencia pronunciada en ARTELEKU (
San Sebastián ) el 8 de Julio de 1998, dentro del ciclo Heterodoxias coordinado por
J. A. Artetxe.
[21]. HANDKE, Lento. . . , pp.
25-26
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